Capítulo 4: ¿Quiénes son los talibanes y en qué creen?
Un repaso de su origen y el gobierno que impusieron hace años bajo una fuerte persecución contra las mujeres.
Hola, bienvenido/a una vez más a nuestra serie Conectados con Afganistán.
No olvides que ya hemos publicado tres capítulos anteriormente, en los que hablamos del retiro de tropas estadounidenses, del acuerdo de Doha y de la historia de los veinte años de guerra. Te recomendamos revisar las ediciones anteriores de Conectados con Afganistán para leer este episodio.
En este cuarto capítulo abordaremos el origen de los talibanes, sus creencias y las graves persecuciones que tuvieron con las mujeres en su anterior gobierno. A partir de ahora, te invitamos a ponerte cómodo/a y a disfrutar.

Afganistán antes de los talibanes
El país tiene una larga historia de inestabilidad política e invasiones extranjeras. De hecho, antes de la ocupación estadounidense en el 2001 y previo al gobierno talibán (1996-2001), eran los soviéticos quienes gobernaban.
Todo se remonta a 1979, cuando con la ayuda de la Unión Soviética (URSS) los comunistas afganos tomaron el poder. Esto molestó a Estados Unidos, pues era plena época de Guerra Fría, con la lucha entre Norteamérica y la URSS por ser la principal potencia mundial.
En ese escenario, para desestabilizar al gobierno socialista, EE.UU. comenzó a apoyar a grupos islámicos rebeldes llamados muyahidines, quienes estaban descontentos con un gobierno que no respetaba las tradicionales leyes religiosas del país.
El presidente estadounidense en ese entonces, Ronald Reagan, se reunió en 1983 con los rebeldes en la Casa Blanca y les entregó su apoyo abiertamente. "No están solos, combatientes de la libertad. Estados Unidos los apoyará”.
Dicho plan para derrocar al gobierno comunista se llamó Operación Ciclón y fue organizado por la CIA, apoyada por Pakistán, Arabia Saudita, Egipto y China, quienes entregaron armas y financiamiento a los muyahidines.
Finalmente en 1988, después de nueve años de ocupación, la URSS decidió escapar de Afganistán, ya cuando estaban por perder la Guerra Fría. Con un vacío en el poder, comenzó un larga guerra civil entre los diferentes grupos rebeldes o muyahidines que habían sido apoyados por EE.UU.
¿Estados Unidos ayudó al surgimiento de los talibanes?
Los muyahidines tenían como principal objetivo imponer gobiernos centrados en el Islam. Sin embargo, estos grupos eran muy distintos políticamente, lo que generó conflictos armados en Afganistán, ya que todos querían hacerse con el poder.
De hecho, los muyahidines eran tan diversos, que de ahí surgieron los talibanes, además de otros reconocidos grupos, como Al Qaeda. Pero lo que sí tenían en común todos estos grupos es que eran yihadistas, es decir, que creen en la lucha armada o guerra santa para cumplir sus objetivos islámicos.
Los talibanes aparecieron recién en 1994, en plena guerra civil después de la retirada de los soviéticos, en la ciudad de Kandahar. Este grupo surgió principalmente de la etnia pastún en el sur del país y su traducción significa “estudiantes”.
Estos se originaron de movimientos seminaristas religiosos, principalmente en escuelas de Pakistán. Oficialmente los talibanes fueron fundados como grupo político-religioso por el mulá Mohammad Omar con cerca de 50 miembros, aunque en pocos meses, se unieron al grupo unos 15.000 musulmanes que comenzaron a pelear en la guerra civil.
El grupo nunca fue financiado directamente por Estados Unidos, sin embargo, varios muyahidines que estuvieron en la guerra contra la URSS, luego dieron origen a los talibanes, por lo que de cierta manera EE.UU. tuvo una influencia al menos indirecta en la creación de este grupo.
Los talibanes se convirtieron en un grupo poderoso dentro de Afganistán, y en dos años lograron derrotar al resto de grupos rebeldes e instaurar un gobierno en 1996. Tras siete años de inestabilidad política y guerra civil, el grupo del mula Omar logró controlar el 90% del territorio afgano y formar el Emirato Islámico de Afganistán.
¿Qué es la sharia?, la conservadora ley talibana
El grupo talibán basa su forma de gobernar e incluso su vida cotidiana en la sharia, una interpretación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, como lo es la Biblia para los cristianos.
En el Corán se entregan los relatos de vida del profeta Mahoma y se establecen caminos para guiar la vida moral de los musulmanes, pero no se dictan leyes en particular. Es por ello, que para guiar el cuerpo legal dentro de los gobiernos islámicos existe la sharia, una forma de dictar las leyes dentro de un país musulmán, como lo sería una Constitución o Código Penal.
Sin embargo, la sharia o ley islámica no es única para todos los países musulmanes, sino que varía en relación a las interpretaciones que se le dé al Corán en cada nación. Estas interpretaciones están dadas por las fetuas, que son pronunciamientos legales emitidos por jueces especialistas en la ley musulmana.
En consecuencia, existen diferentes fetuas, que dan pie a distintas interpretaciones dentro del Islam, por lo que dentro del mundo islámico existen muchas versiones de la sharia. Hay algunos países que solo usan la sharia a nivel moral y otros más conservadores que no separan el Estado de la religión, como los talibanes.

¿Cómo era la vida bajo el gobierno talibán?
Los talibanes son de los grupos islámicos que imponen leyes más estrictas, y durante su gobierno entre 1996 y 2001, establecieron un régimen extremadamente conservador con fuertes condenas a quienes violaran la ley, lo que en parte hizo que nunca fueran reconocidos internacionalmente.
Ahora bien, la sharia cuenta con leyes para el pueblo en general de Afganistán, pero existen otros códigos que rigen el comportamiento de las tropas talibanas. Este es el el pashtunwali que significa el camino del pastún.
El pastún es la etnia mayoritaria dentro de Afganistán y es a la que pertenecen los talibanes. Esta se caracteriza por definir los comportamientos honorables y deberes que deben cumplir los hombres y mujeres de este grupo. Con esa ideología, este grupo cometió graves violaciones a los DD.HH. durante su mandato.
Por su parte, la libertad de expresión y prensa era muy limitada, pues los talibanes no permitían contenidos que no respetaran el Islam. También, rechazaban cualquier proceso eleccionario, no había ninguna estructura democrática, las leyes son impuestas por ellos mismos y desechan cualquier influencia extranjera en su país.
En cuanto a los derechos de los mujeres, estos eran gravemente vulnerados. Si bien el Islam no impone expresamente la segregación de ellas, las costumbres de la comunidad pastún sí lo establecen, ya que son extremadamente machistas .
De momento, se espera que las antiguas costumbres impuestas por los talibanes retornen, sobre todo en el caso de las mujeres que podrían perder los pocos avances que habían obtenido en las últimas décadas, según explica Guido Larsson, director del Instituto de Humanidades de la UDD y magíster en ciencias políticas.
¿Cómo era la vida para las mujeres bajo el gobierno talibán?
Por aquellos años, las mujeres fueron las más perjudicadas. Para los talibanes, ellas solo deben cumplir roles limitados, y su principal función en la sociedad es tener hijos y quedarse en el hogar, casi sin ser consideras humanas.
De hecho, las mujeres solo podían estar en la calle con sus marido, padre o hermano y, sí debían salir solas, tenían que tener una autorización escrita por uno de ellos. También, debían tapar todo su cuerpo y usar burka, un velo que apenas permite ver a través de una rejilla de tela que cubre los ojos.
En otros países musulmanes se permite usar otros tipo de velos, pero los talibanes prohíben que las mujeres muestren cualquier parte del cuerpo, ni siquiera sus manos u ojos, ya que no pueden llamar la atención de los hombres.
Es por ello, que tampoco debían asomarse en los balcones de su hogar, hacer deportes ni bañarse en las playas. Incluso no podían usar tacones, hablar o reírse en la calle, debido a que estaba prohibido que hicieran ruido. Su presencia en el espacio público tenía que pasar casi desapercibida.
A partir de los ocho años las niñas dejaban de ir a la escuela y se quedaban en el hogar estudiando el Corán, solo un 1% de las mujeres iba a la universidad según un el informe “Una mujer entre señores de la guerra” de las Naciones Unidas.
Las mujeres no podían trabajar, a excepción de algunas doctoras o enfermeras, ya que los médicos no debían atender mujeres. Asimismo, los talibanes impusieron un listado de 29 prohibiciones que impactaron al mundo.
También, una vez que tuvieran su primera menstruación eran entregadas a hombres para casarse en matrimonios forzados, sin importar que fueran menores de edad. Las mujeres solteras eran muy mal vistas, y no podían conversar en público con hombres con los que no estuvieran casadas.
Además de ello, recibían azotes, palizas y torturas, por ejemplo, por mostrar los tobillos. También eran apedreadas hasta la muerte por mantener relaciones amorosas fuera del matrimonio, y tenían prohibido usar cosméticos y maquillaje, de hecho, a quienes se pintaran las uñas les cortaban los dedos.
¿Qué tanto mejoró la vida de las mujeres después de los talibanes?
Mucho se ha dicho que durante la ocupación estadounidense en Afganistán, las mujeres gozaron de amplios derechos, y si bien hubo considerables avances, como el permiso para estudiar y ocupar cargos públicos, cuando más libertades tuvieron fue antes, en la época soviética, como lo menciona la BBC en su artículo “Cómo era la vida para las mujeres antes de la primera llegada del Talibán”.
Por aquellos años, bajo un gobierno laico, las mujeres podían vestir libremente, utilizando faldas o vestidos y mostrando el rostro. También tenían derecho a estudiar y transitar sin problemas por las calles.

Por los años 70, se empezó a ver a las mujeres en el Parlamento, en las universidades y en la esfera pública. Los derechos de las mujeres llegaron a su punto máximo durante el régimen comunista.
Luego vino la época talibana donde todo ello se perdió, y tras la su salida en 2001 y la llegada de Estados Unidos, las condiciones mejoraron para las mujeres, pero no se acercaron a las de la época soviética. Esto debido a que la Constitución impuesta en 2004 y que rige a la actualidad incluso con los talibanes, es bastante conservadora y se basa en el Islam “como la religión sagrada”.
En teoría existe igualdad ante la ley entre hombres y mujeres, pero estas tenían mayores obligaciones en la práctica, como el uso de la vestimenta tradicional. Otros datos de la época muestran que la violencia domestica rondaba el 90% en 2008, según Global Rights.
Pese a la Constitución, el gobierno en 2018 vetó leyes que condenaban la violencia contra la mujer. Además, tal como ha ocurrido en otros países, los derechos y libertades de las mujeres no se extendieron por todo Afganistán, y principalmente solo se dio en las grandes ciudades.
"Los avances para las mujeres estuvieron centrados predominantemente en Kabul. La élite de la clase dirigente había creado un oasis de liberalismo en la Universidad de Kabul y en el palacio, pero esto difícilmente se extendió a los ciudadanos comunes y corrientes".
Mariam Aman, periodista del Servicio Persa a la BBC
De hecho, para 2011 Afganistán era considerado el peor país donde las mujeres podían vivir, según una encuesta de la fundación Thomson Reuters que mostraba por ejemplo que entre el 70 y 80% de ellas vivían un matrimonio forzado. También, en 2017, la organización Human Rights estimó que dos tercios de las niñas no iban a la escuela.
Esa misma idea explica, la historiadora especializada en mujeres con perspectiva feminista, magíster y doctora en Estudios Latinoamericanos, Carla Ulloa, que plantea que la situación en Afganistán durante los veinte años de ocupación estadounidense no cambiaron mucho en relación a los años de gobierno talibán.
Sin embargo, el panorama para las mujeres se proyecta aún más complejo y la única esperanza para que no pierdan más derechos es que la comunidad internacional presione a los talibanes. Estos buscan reconocimiento internacional y saben que para ello deben, por lo menos, no empeorar las condiciones de las mujeres.
Su portavoz, Zabihulla Mujahid, ya anunció que les permitirán trabajar y estudiar, pero en “el marco del Islam”. Con esa condición, probablemente la interpretación que le den los talibanes a la sharia será clave, aunque lo más probable es que la vida de las mujeres no mejore.
Aquí termina el cuarto capítulo de Conectados con Afganistán, pero la próxima semana regresaremos con una nueva edición.
En el quinto episodio abordaremos los ataques terroristas que se han llevado a cabo en el país y hablaremos en detalle de ISIS-K, el grupo que amenaza la seguridad de Afganistán y rivaliza con los talibanes.
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